hola
Published 8:59 by with 0 comment

Alimentación Infantil Lactancia Materna - Cómo Amamantar

Lactancia Materna - Cómo Amamantar
Preparación materna para la lactancia:
Uno de los momentos más importantes para una lactancia exitosa es el período prenatal. La preparación de la futura madre se fundamenta primordialmente en dos aspectos:
- Apoyo psicológico 
Para lograr una lactancia exitosa será necesario que la intención de amamantar sea producto de una motivación personal y no de presiones ejercidas por familiares o amigos, aunque el apoyo psicológico brindado por su pareja y familiares, puede contribuir enormemente al éxito. Algunas mujeres de su familia, basadas únicamente en su limitada experiencia personal, probablemente le indicarán que lo que Usted hace es incorrecto y cual es la manera adecuada de hacerlo o simplemente que su bebé no es normal; éstas opiniones producirán angustia y frustración con la subsecuente disminución en la producción láctea.

- Cuidado adecuado de los pezones
El ejercitamiento de los pezones durante el embarazo y la lactancia favorece su elasticidad y resistencia durante el proceso de amamantamiento. Parte del éxito del amamantamiento dependerá del cuidado dispensado a los pezones, y de la capacidad mecánica del lactante para estirar el pezón materno, contra su paladar óseo.

Consejos:
- Tome el pezón con los dedos, en forma de pinza, y realice pequeños estiramientos del mismo, varias veces al día, durante las últimas semanas de embarazo.
- Aplique crema de cacao o cualquier otra crema hidratante en los pezones, para mantenerlos lubricados y evitar lesiones como grietas y fisuras.
- Consuma una alimentación balanceada durante el embarazo y la lactancia.
Medicamentos durante la lactancia
Casi todos los medicamentos y drogas pueden llegar al bebé a través de la leche materna y algunos pueden afectar su salud. Aunque los efectos secundarios de muchos medicamentos no han sido comprobados durante la fase de lactancia, nadie conoce con exactitud cuáles podrían afectar al bebé amamantado. Los medicamentos de uso habitual pudieran considerarse "seguros" ya que se han reportado pocos problemas, siempre y cuando se tomen bajo prescripción médica, en cantidades moderadas y solamente cuando sean verdaderamente necesarios. Incluso madres que requieren medicamentos que pudieran dañar a su bebé, pueden seguir amamantándolo, pero deberán tomar la medicación después que el niño se alimente.
Recientemente, la Academia Americana de Pediatría publicó una lista de medicamentos compatibles con la lactancia materna, en la que se incluyeron los siguientes: acetaminofén, muchos antibióticos, algunos antiepilépticos, la mayoría de los antihistamínicos, la mayoría de los antihipertensivos, aspirina (pero utilizada con precaución), jarabes antitusígenos con codeína, decongestionantes, ibuprofén, insulina, quinina y medicamentos para la tiroides.
El consumo de bebidas alcohólicas en exceso produce al bebé: mareos, debilidad y poco aumento de peso, sin embargo, la ingesta de pequeñas cantidades produce en las madres un efecto beneficioso: ligera sedación y aumento de la producción láctea.
Es aceptable el consumo de cantidades moderadas de cafeína.

Medicamentos que no son seguros durante la lactancia:
Algunos fármacos pueden ser tomados por la mujer que amamanta, pero debería suspender la lactancia por algunas semanas o meses. Para que no se sequen sus pechos, puede extraer su leche con "tiraleches" y descartarla, mientras alimenta a su bebé con leche materna congelada previamente o fórmulas comerciales. Por ejemplo: si la mujer suspende temporalmente la lactancia, pueden ser tomadas las drogas radioactivas utilizadas para procedimientos diagnósticos, como: Gallium-69, Iodo-125, Iodo-131, o Tecnecio-99m.
Drogas que no deberían tomarse durante la lactancia:
Bromocriptina: medicamento que además disminuye la producción láctea La mayoría de medicamentos contra el cáncer pueden dañar al bebé. Ergotamina (utilizada en jaquecas): puede producir vómitos, diarrea o convulsiones. Litio (utilizado en enfermedades psiquiátricas). Methotrexate (utilizado en artritis y cáncer): puede deprimir el sistema inmunológico
Cigarrillos:
Las madres que amamantan a sus hijos no deberán fumar. La nicotina puede producir vómitos, diarrea e irritabilidad y disminución en la producción láctea.Además, aumenta el riesgo de Síndrome de muerte súbita y produce un aumento en las infecciones respiratorias y de oídos
Como amamantar:
Higiene:
- Antes de amamantar deberá lavarse las manos con agua y jabón y secarlas bien.
- Limpie los pezones con una gasa estéril, humedecida en suero fisiológico o agua hervida.
- No utilice alcohol, jabón u otros productos químicos, ya que resecan y agrietan los pezones.
Horario:
- Alimente al bebé cada vez que tenga hambre. El intervalo entre comidas es variable, los bebés no se alimentan según el reloj y pueden comer cada dos, tres o cuatro horas, sin aceptar un horario rígido preestablecido. Cada bebé pedirá su próxima comida una vez que haya terminado la digestión de la comida anterior. La leche materna se digiere más fácil y rápidamente, por lo que la digestión tarda menos y pedirá alimento más rápidamente. Con la leche de vaca la digestión se retarda y el niño tiene la sensación de estómago lleno, por lo que el intervalo entre comidas se alarga, dando la falsa impresión de que se alimenta mejor. Cuanto mayor sea la frecuencia con que el niño coma, más leche producirá la madre.
Lugar:
- Elija el lugar más apacible y confortable de su casa para amamantar. La tranquilidad es necesaria para que se establezca una buena producción de leche. El nerviosismo o angustia dificultan la naturalidad del acto de amamantar.
Posición:
- Colóquese en una posición en la que se sienta confortable. Puede ser sentada en silla o mecedora o acostada. Lo importante es que se sienta cómoda, para que no sufra dolores de cabeza, cuello o espalda. Una almohada detrás de la espalda y otra bajo el bebé pueden ayudar.

Inicio:

- El niño deberá estar despierto y con hambre.
- Tome el pecho entre sus dedos y estimule la mejilla del bebé con el pezón, de manera que gire su boca en esa dirección, evitando introducir el pezón a la fuerza, pues el niño se alejará.
- Procure que tome la areola en su boca, para que no "mastique" el pezón y lo dañe.
- Mantenga los dedos índice y medio empujando el pecho hacia atrás, para que su nariz quede libre y pueda respirar tranquilamente.
- Comience a lactarlo por el último pecho que recibió en la comida anterior, por ejemplo: si comenzó a comer por el pecho izquierdo y terminó por el derecho, la próxima comida se inicia por el pecho derecho. Esto es aconsejable porque al llegar al segundo pecho tiene menos hambre y pudiera no vaciarlo completamente; así existirá un equilibrio en la producción de leche, evitándose su acumulación.
- Trate que el niño vacíe completamente un pecho antes de ofrecerle el segundo.
- Cuando la areola está distendida, plana o endurecida y el niño no logra succionar con facilidad, es aconsejable vaciar un poco el pecho con un tiraleche, para así modificar su forma.
Duración de las comidas:
- El primer día serán suficientes cinco a siete minutos en cada pecho.
- Los días siguientes aumente progresivamente el tiempo de lactancia.
- Caso que el bebé detenga la succión para descansar o se duerma enseguida, habrá que "recordarle" comer
- Para interrumpir la succión sin que muerda el pezón, coloque un dedo sobre el ángulo de su boca y presione suavemente para que penetre aire y se elimine el vacío generado.
A medida que la producción láctea aumenta, las comidas se pueden extender hasta que el pecho se vacíe. Será el bebé quien determine cuanto tiempo requiere y a medida que crezca, su succión será más enérgica, con lo que vaciará el pecho en menos tiempo. En general, los bebés sanos vacían cada pecho en menos de quince minutos, por lo que sería conveniente que cada comida durara hasta treinta minutos.
Gases- Extraiga los gases cargándolo en posición vertical y golpeando suavemente su espalda.
Después de dar un pecho y antes de ofrecerle el otro, deberá vaciar los "gases". Esto es importante porque al eliminar de su estómago el aire que ingirió durante su alimentación, se sentirá más confortable y aumentará la capacidad gástrica para recibir más leche. En general, el bebé amamantado sufre menos con los gases que el niño alimentado con tetero, pues ingiere menos aire.
Frecuentemente, el niño presenta regurgitación de un poco de leche (buches) por la boca o por sus fosas nasales cuando elimina los gases, lo cual es completamente normal. Ocasionalmente no habrá eliminación de gases después de comer, debido a que no existe aire en el estómago; en todo caso al terminar de alimentarlo se le acostará siempre boca arriba o de lado, nunca boca-abajo.

Agua:

El niño amamantado no necesita recibir otros líquidos, pues la leche materna aporta suficiente agua para satisfacer sus necesidades. En los días calurosos o en los casos en que presente fiebre, diarrea u otras enfermedades, se le puedes ofrecer una o dos onzas de agua previamente hervida.
Cuidados de los pechos:
- Evite lavar los pechos con jabón, ya que reseca la piel facilitando la aparición de grietas.
- Lávelos solamente con agua tibia y después séquelos suavemente con una toalla, de manera de no desprender la fina piel que los recubre (epitelio).
- También se pueden secar manteniéndolos al aire libre o con un secador de pelo.
- Después que estén secos aplique cualquier crema lubricante, como vaselina, glicerina o crema de cacao.
Sostenes:
- Utilice sostenes adecuados, para evitar la flacidez de la piel y de los músculos pectorales.
- Puede colocar protectores desechables de algodón dentro de los sostenes para absorber los residuos de leche, cambiándolos con frecuencia. Si se adhieren al pezón bastará con humedecerlos antes de retirarlos.
- Se recomienda utilizar los recolectores de leche materna que se colocan dentro de los sostenes.
Este sistema permite almacenar la leche para ser suministrada posteriormente al niño, caso que falle la lactancia materna o tenga que reincorporarse a su trabajo. La leche materna puede mantenerse en la nevera hasta 24 horas. También puede mantenerla en el congelador, hasta 15 días. Recójala en las bolsitas plásticas de los teteros desechables e identifíquelas con un marcador. Cuando las vaya a utilizar, caliéntelas al "baño de María".
      edit

0 comentarios:

Publicar un comentario

Animate y dejanos un comentario.