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Medicina Natural Ginseng: ¿Un cuento chino?

Ginseng: ¿Un cuento chino?
Reverenciada desde hace mucho, al ginseng se le atribuyen numerosos beneficios a la salud. Pero ¿puede esta raíz “curalotodo” pasar las pruebas
de la ciencia moderna?
Los curanderos de la China antigua se guiaban por un principio sencillo pero elegante: en el color y forma de los objetos naturales se encuentra la pista para descifrar sus poderes curativos. “¿Problemas para satisfacer a su mujer?” Ingiera una pequeña porción de cuerno de rinoceronte molido. “¿Busca vitalidad, virilidad y larga vida?” Sírvase un trago de raíz de ginseng, cuya porción “principal” semeja el torso masculino con apéndices de gran sugestividad sexual. En la antigüedad, los “buscadores” de ginseng guardaban para los emperadores aquellos especimenes que mayor parecido guardaban con el cuerpo humano, pues se suponía que eran los más potentes.
¿Es tan poderosa realmente?
Mientras muy poca gente le presta atención a la apariencia de las medicinas en estos días, la mística del ginseng sigue tan viva como ayer. La planta que los chinos han bautizado como “el espíritu de la tierra” forma parte de múltiples complejos energéticos que buscan mejorar la salud y que millones de personas atacadas por estrés –ejecutivos, estudiantes y atletas entre otros– consumen con miras a sentirse un poco mejor.

Pero, la interrogante que permanece aún hoy es la misma: ¿Puede una extraordinaria raíz incrementar tu energía, darle empuje a tu vida sexual, fortificar tu sistema inmune, aumentar tu resistencia física, normalizar la presión sanguínea y los niveles de azúcar, estimular la actividad cerebral y prevenir el cáncer, tal y como afirman sus promotores?

Mucho ruido y ¿pocas nueces? 

Tal y como sucede con la mayoría de los productos que afirman poseer poderes divinos, la evidencia clínica del ginseng –en relación con todo lo que de la planta se especula– deja mucho que desear. Por más de medio siglo, científicos alrededor del globo han estudiado la mística raíz para determinar exactamente cuál es su beneficio real.


A través de múltiples pruebas, los especialistas hallaron un poco más de 30 químicos diferentes, conocidos como ginsenósidos. Entre otras cosas, se supone que dichas sustancias estimulan y deprimen al sistema nervioso central, fortalecen al sistema inmune y mejoran la circulación sanguínea. Sin embargo, debido a que la planta contiene otros ingredientes activos –como vitaminas y minerales– es difícil establecer de qué manera actúa cada uno de ellos en el organismo humano o cuál es su efecto en conjunto. De lo que sí están seguros los científicos es que la reputación del ginseng supera con creces sus verdaderas cualidades.

Exprímele la energía de raíz
La mayoría de los estudiosos afirman que el ginseng puede ser útil para aquellos que sienten el peso del tiempo en sus espaldas o para quienes se encuentren en recuperación luego de una enfermedad. La Comisión E de Alemania es una de las eminencias mundiales en cuanto a la evaluación de remedios herbáceos. He aquí lo que establecieron sus estudios sobre la milagrosa raíz: “El ginseng es un tónico que da vigor y fuerza en momentos de fatiga y debilidad, mejora cuadros de problemas de cansancio crónico y concentración, al igual que es beneficioso para los pacientes que se encuentren en recuperación luego de una enfermedad”.
Múltiples estudios parecen sustentar (y complementar) lo afirmado por la Comisión E. Si bien el objeto de investigación ha sido variado, el resultado ha sido el mismo: un incremento en la calidad de vida de aquellas personas que consumían ginseng.

¿Fantasía sexual?
Quizá los poderes que se le atribuyen a la misteriosa raíz en la cama no sean más que habladurías. Si bien se ha reverenciado al ginseng como un afrodisíaco durante siglos, la creencia encuentra su origen más en lo mítico que en lo real.

Teniendo en cuenta la tendencia occidental de creer ciegamente en las historias misteriosas que rodean el mundo oriental, no es de extrañar que en esta parte del mundo, muchos consuman el tubérculo con la esperanza de adquirir super poderes sexuales.

Pero, ¿qué dice la ciencia al respecto? Si bien la raíz contiene componentes activos que incrementan el flujo sanguíneo (al actuar como vasodilatadores), los investigadores no terminan de convencerse acerca de su potencial para hacerle la competencia al Viagra.

La lucha contra la diabetes
En un antiguo texto médico de la China se afirma que el ginseng era eficaz para tratar pacientes que sufrieran de fatiga, sed excesiva y ganas de orinar constantes: los síntomas básicos de la diabetes. Más recientemente, varios estudios han demostrado que la raíz estimula la secreción de insulina, la cual regula los niveles de glucosa en la sangre.

A primera vista, los resultados parecieran ser noticias dulces para los diabéticos. Pero, los expertos advierten que aún no se ha investigado lo suficiente como para recomendar su consumo indiscriminado (todavía no se sabe cuál es el componente del ginseng que interactúa con la insulina o qué efecto produciría si se combina con otros medicamentos, por ejemplo).

Antes de que te lo tragues todo...
Las personas que decidan darle una oportunidad a la ancestral raíz deben tener especial cuidado al comprarla. El verdadero ginseng es bastante costoso y existe una gran gama de imitadores en el mercado que buscan aprovecharse vendiendo productos similares a precios más económicos. Lo recomendable es observar el nombre científico a un lado del empaque y asegurarse de que sea Panax ginseng o Panax quinquefolius, ginseng asiático y americano de los cuales se tienen buenos resultados comprobados que certifican su acción positiva en el organismo.

Además, todos los consumidores de ginseng deben tener presente que, en grandes cantidades, el tubérculo puede causar dolores de cabeza, insomnio, diarrea, agitación e incremento en la presión sanguínea. Los expertos recomiendan no exceder los 2000 mg de raíz seca por día o, lo que es igual, 200 mg de extracto estándar.

¿Y en cuanto a la manera más segura de ingerir la dosis? Al igual que los ancestrales emperadores chinos, ingerirla como un té es la mejor manera de aprovechar sus bondades. Troceada o molida para luego ser hervida en agua y endulzada con miel o azúcar, la raíz seca de ginseng se consigue en mercados chinos y tiendas naturistas.

Puede que tomarlo no te mande vía satélite como instructor al gimnasio de la esquina, pero sí te dará energía y ánimos para levantarte de la cama y decirle adiós a la flojera. Además, mientras saboreas tu té de ginseng, intenta imaginarte que te encuentras en un palacio oriental, con todos los cortesanos rodeándote y esperando que abras la boca para hacer lo que ordenes. Ahora, ¿no te sientes mejor?

No apto para todo público

Entre aquellos que deben evitar consumir ginseng se encuentran los niños y mujeres embarazadas o lactando. Tampoco es recomendable para aquellos que ingieran esteroides, antidepresivos y medicamentos que bajen los niveles de glucosa. En caso de que te encuentres en alguna de estas categorías, consulta a tu médico antes de darle un mordisco a la raíz.
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