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Vegetariana Embarazada

Vegetariana Embarazada
Lic. Angel Rafael Gabet V. 
La mujer embarazada debe prestar especial atención a su alimentación. Probablemente ningún otros suceso en la vida de una mujer cause una mayor demanda de nutrición sobre el cuerpo que el embarazo.

Un bebé en desarrollo depende totalmente de su madre para adquirir la nutrición necesaria. Una mujer que tiene deficiencias de nutrientes esenciales para el crecimiento fetal adecuado se arriesga a que su bebé sufra de un peso bajo al nacer o que tenga defectos de nacimiento.

Por ejemplo, el ácido fólico es vital para el desarrollo adecuado de la médula espinal. Una cantidad apropiada de yodo es necesaria para el desarrollo de la tiroides, la cual regula el crecimiento y el metabolismo.

Para prevenir que el bebé que se desarrolla dentro de ella le robe los nutrientes, una mujer necesita suplementos adicionales para cuidar su propia salud.

Los individuos nos mantenemos de los alimentos que ingerimos en nuestra dieta diaria. Ese nuevo ser se forma y alimenta de los alimentos ingeridos por la embarazada durante los nueve meses que le toca vivir dentro de su vientre.
Muchas personas adoptan dietas puramente vegetarianas al integrarse a grupos filosóficos y religiosos; otros deciden cambiar a este patrón dietético, por mandato de su propio cuerpo, el cual podría padecer, en determinado momento, una carencia enzimática, hepática, pancreática u otro tipo de condición que afecta la digestión de los alimentos que ingiere este individuo, especialmente las grasas.
Una embarazada necesita alrededor de 300 calorías adicionales al día, 65% más proteínas, 100% más ácido fólico y vitamina D, 50% más calcio y magnesio, 33% más vitamina C, 25% más vitamina A, E y Zinc, así como hierro adicional.
A principios del siglo XX se llevaron a cabo estudios con ratones, administrando a un grupo alimentos del reino vegetal y a otro grupo con una dieta que incluía proteínas de origen animal.
El grupo que fue alimentado con proteínas animales, desarrolló cuerpos robustos, mientas que el grupo alimentado con un régimen vegetariano mostró retraso en el crecimiento aunque no presentó anormalidades.
Las proteínas de origen animal, se denominan "completas", ya que poseen todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita. En cambio, los vegetales que contienen proteínas, principalmente los granos y los cereales, no contienen todos los aminoácidos esenciales, por lo cual se les llama "incompletas".

Algunos granos como la soya, contienen todos los aminoácidos, pero de una manera desproporcionada.

Hoy día, los avances de la ciencia han demostrado que se puede llevar una dieta vegetariana saludable, combinando alimentos para lograr proteínas de alta calidad, y suplementando la dieta con algunas vitaminas y minerales.
Ser vegetariana y estar embarazada no es incompatible, pero es necesario prestar atención especial a ciertos aspectos de la alimentación.

Los productos lácteos, los huevos y la miel pueden constituir valiosas fuentes de proteínas, vitaminas y minerales en una dieta lacto-vegetariana, pero si no se consumen estos alimentos porque se ha decidido excluir todo producto animal, es imprescindible asegurarse de que se obtiene suficiente proteína vegetal procedente de otras fuentes, como por ejemplo las legumbres (granos) y los frutos secos.

El vegetarianismo, durante el embarazo puede conducir a una deficiencia de vitamina B12, aminoácidos esenciales, hierro y calcio, si no se controla el aporte de estos elementos a través del aumento del consumo de frutos secos, levadura de cerveza, germen de trigo, germinados de soja y lácteos.

Si se mantiene una alimentación vegetariana durante el embarazo se procurará incluir siempre una buena cantidad de cereales integrales en todas las comidas. Esto ayudará a completar las deficiencias que puede presentar la proteína vegetal cuando se consumen alimentos aislados. Por ejemplo, se puede tomar legumbres con arroz o con pasta, o mantequilla de maní con pan integral.

Es decir, para tener la seguridad de que el aporte de proteínas es el adecuado, incluir una mayor cantidad de cereales integrales y asegurarse de que se combinan proteínas de más de una fuente en cada comida.

Aunque el consumo de alimentos lácteos es altamente recomendable, si se decide no incluirlos en la dieta se utilizará la leche y los productos procedentes de la soja como sustituto. Si están enriquecidos con calcio mucho mejor.

Se procurará comer una amplia variedad de verduras y frutas frescas todas las semanas. Los frutos secos, especialmente los que contienen hierro como las almendras, son muy necesarios, pero se deben comer con moderación, puesto que tienen un alto contenido de calorías.

Los brotes secos de cereales o de legumbres son ricos en nutrientes y se pueden comer todos los días. Se puede usar también la levadura de cerveza como condimento (es rica en vitamina B y minerales como el hierro o el zinc), o añadirla a las salsas o a la sopa.

Incluir también en la dieta diaria alimentos que sean ricos en vitamina C para ayudar en la absorción del hierro y aumentar la resistencia del cuerpo a las infecciones. Si no se incluyen en la dieta alimentos procedentes de animales (huevos y lácteos), tomar un suplemento de vitamina B12.

Las algas son una valiosa fuente de proteínas, minerales y oligoelementos, aunque por su alto contenido en sodio se deben evitar cuando se tiene la presión alta.

La combinación de un cereal y un grano, ofrece proteína completa, ya que se complementan, debido a que los cereales contienen aminoácidos que los granos no contienen. Algunos ejemplos de combinaciones que ofrecen proteínas completa son:
1. Arroz - Habas 2. Avena - Ajonjoli 3. Arroz - Garbanzos
4. Trigo - Ajonjoli 5. Maíz - Habas 6. Arroz - Almendras
7. Pasta Integral - Lentejas 8. Arroz - Almendras 9. Avena - Maní
Para las mujeres embarazadas que siguen una dieta lacto-ovo-vegetariana la recomendación es evitar el consumo excesivo de lácteos sobre todo quesos salados y madurados, con la finalidad de prevenir la retención hídrica y por consecuencia el aumento de la tensión arterial.

La leche de preferencia debe ser descremada liquida o completa desnatada para así evitar la excesiva ingestión de calorías, lo cual acarrearía el temible exceso de grasa corporal. En cuanto a los huevos, prefiera el consumo de la clara cocida en lugar de la yema.

La yema de huevo es un excelente recurso de vitaminas, minerales y lecitina, pero también contiene cantidades significativas de colesterol.

Se han efectuado estudios que muestran que el individuo cuyo hígado metaboliza bien las grasas, no es afectado negativamente por el consumo de yema de huevo, sin embargo, aquellas personas que no metabolizan las grasas correctamente, deben evitarla. Lo recomendable es mantener el equilibrio y evitar el consumo excesivo de cualquier alimento.

Un problema muy común en las mujeres embarazadas actuales, que no tienen un control en su alimentación es la constipación, esto debido a que durante el embarazo las contracciones gástricas disminuyen.

Para corregir esta condición debe ingerir alimentos con alto contenido de fibras tales como las frutas enteras, legumbres, granos (caraotas, lentejas, garbanzos), representan una buena fuente de fibra, pero a la vez causan flatulencia.

Para evitar esto, hierva las legumbres cinco minutos y deseche esa agua, agregando agua nuevamente para completar la cocción. Debe tomar 6 a 8 vasos de agua al día. Los laxantes a base de hierbas con efectos estimulantes deben ser evitados, pero puede utilizar cáscara de psillium, que tiene efectos muy suaves sobre los intestinos.

Las náuseas que se presenten generalmente durante los tres primeros meses se deben a las fluctuaciones hormonales y puede corregirse tomando un suplemento de vitamina B6 (Piridoxina) y tomando té de jengibre en la mañana, sin agregar azúcar.

Pueden aparecer estrías en la piel del abdomen y los senos debido al estiramiento forzado de la piel. Cuando esto sucede, se debe a una deficiencia de Zinc, mineral que trabaja sinergísticamente con la vitamina A.

El consumo de suplementos de Zinc (30 mg), regularmente viene acompañado con Calcio, Magnesio, más un suplemento que contenga beta caroteno es lo más indicado, ya que la embarazada, especialmente en los primeros meses del embarazo, no debe tomar más de 25000UI de vitamina A en forma de aceite. Externamente puede usarse una fórmula para prevenir estrías que contenga vitamina E, Zábila, aceite de Jojoba.

Suplementos vitamínicos recomendados:
Multivitaminas y Minerales para la mujer embarazada: Contiene una buena proporción de vitaminas del complejo B, vitamina C y Beta Caroteno.
Acido Fólico: Especialmente si existe anemia.
Vitamina B12: Muy importante en la mujer embarazada que sigue un patrón de alimentación vegetariano, ya que es carente de esta vitamina tan importante. Sobre todo si existe anemia.
Piridoxina (B6): Tomarla durante varias semanas, hasta que las náuseas desaparezcan.
Calcio-Magnesio-Zinc: Si es posible quelatado con aminoácidos para lograr una mejor absorción. 1.200 mg de Calcio, 600 mg de Magnesio y 30 mg de Zinc tomados diariamente. Con esto garantizamos la suplementación de estos importantes nutrientes, sobre todo para la formación de los huesos.
Té de Manzanilla: Ayuda a la digestión
Vitamina C: Una semana antes del parto, tomar cerca de 4 gr diarios para disminuir los dolores de parto.
Algunas hierbas favorecen la producción de leche materna, como el Cardo Lechoso y el Fenugreco. 
Angel Rafael Gabet V.
Pre Grado U.C.V. Post Grado U.S.B
Especialista en Nutrición Clínica
Y Medicina Anti-Envejecimiento.
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