hola
Published 12:03 by with 0 comment

AMAMANTAR ES TAMBIÉN COSA DE PAPÁS

AMAMANTAR ES TAMBIÉN COSA DE PAPÁS

Ha nacido el bebé y llega la etapa de la lactancia... muchos papás sienten que están "de sobra" ya que la relación entre madre e hijo se fortalece a través del amamantamiento. Pareciera que papá, al no poder darle pecho a su hijo, queda de lado. Realmente no tiene porqué ser así. Aunque tú no lo creas "amamantar es también cosa de hombres".

Por Reynaldo Vargas

A primera vista, la lactancia ofrece una gran cantidad de ventajas para todos en la familia: mamá tiene la oportunidad de perpetuar y reforzar el lazo afectivo que formó con su hijo durante el embarazo mientras éste recibe la cantidad de nutrientes que necesita. Y en toda esta historia, ¿dónde queda papá?

De manera muy sencilla, papá puede darse cuenta de algunas ventajas que tiene la lactancia para él. Primero, no tendrá que ponerse a preparar la leche ni preocuparse por vigilar que se caliente a una temperatura adecuada (además, se escapará de lavar biberones, cucharas, batidoras, ollas y demás instrumentos de cocina con los que ya tendrá tiempo para ponerse al día más adelante).

Segundo, la lactancia materna ayuda a que su mujer se deshaga del sobrepeso que pudo haber adquirido durante el embarazo, ya que es una rápida reductora de las grasas (lo cual la beneficia a ella pero también a él). Y, por último, representa un respiro para su bolsillo luego del parto, ya que es totalmente gratuita.


"Estoy de más"

Luego de que nace el bebé, muchos papás atraviesan por un fuerte proceso de cambios emocionales. No es que estén en desacuerdo con el acto de amamantar ‹saben que es lo mejor para su hijo, pero piensan que "los deja de lado". Algunos de los sentimientos más comunes del papá primerizo son:

* Preocupación acerca de si tendrá mayor dificultad para relacionarse con su bebé.

* Inaptitud al pensar que, sin importar lo que haga, nunca podrá igualar lo que hace su pareja al amamantar al pequeño.

* Celos por sentir que el bebé ha interferido en la relación con su pareja.

* Frustración como padre, ya que cree que porque la mujer puede amamantar, de alguna manera posee conocimientos y habilidades que la hacen mejor en el trabajo de crianza.

Integrándote con el bebé

Estudios demuestran que los padres consideran la alimentación como lo más importante en la crianza del niño. Por ello, no hay duda de que si su mujer está amamantando, papá está en desventaja en este aspecto. Pero que ella tiene el control de la alimentación del pequeño no significa que papá deba hacerse a un lado. De hecho, hay muchas maneras en las que puede involucrarse en la lactancia materna y hacer la experiencia lo más placentera posible para todos.

¿Por dónde comenzar?

* Dele biberones con leche materna. Deberá ser un poco comprensivo en cuanto a esto, ya que para algunas mujeres sacarse leche es incómodo y doloroso. Si ambos deciden irse por este camino, espere un par de semanas de manera que el bebé ya se haya acostumbrado al pecho y no sea tan problemático cambiar al biberón.

* Realice actividades que le permitan establecer un contacto físico con el bebé. Cambiarle los pañales, sacarle los gases, ponerlo a dormir, bañarlo e incluso sentarse y dejarlo que se duerma en sus brazos. Todo esto contribuye a formar un lazo afectivo entre papá y su hijo.

* Intente pasar la mayor cantidad de tiempo posible con su hijo. Deje que su imaginación fluya y haga todo lo que pueda en compañía del bebé (en la mayoría de los casos lo más que necesitará será el coche y la pañalera).

* Sea atento y comprensivo: muestre iniciativa para realizar tareas que normalmente corresponden a su pareja. El proceso de amamantar es muy duro para la mujer y los pediatras recomiendan que esta etapa se extienda, al menos, por los primeros seis meses.

* Tenga paciencia si su mujer parece estar más interesada en el bebé que en tener relaciones sexuales. Durante la lactancia materna, es posible que se sienta menos dispuesta a tener relaciones, pero tenga en consideración que dar pecho puede resultar muy agotador (sin mencionar que tiene que estar ocupándose del bebito en todo momento). Además, en esta etapa hay una menor producción de las hormonas encargadas de lubricar la vagina, por lo que el sexo puede ser incluso doloroso.

Es muy importante que comprenda que el sentimiento de "estar de más" que puede surgir en usted durante la lactancia materna, es algo que puede "trabajar" para, finalmente, desechar. Tal vez cambiar pañales, dar teteros, sacar gases al pequeño, cantar canciones de cuna, arrullarlo y ayudar a su esposa en las labores del hogar sea el camino más difícil, pero, a la larga, es también el más satisfactorio.
      edit

0 comentarios:

Publicar un comentario

Animate y dejanos un comentario.