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Eres padre de una niña

Eres padre de una niña
Es posible que te cueste trabajo relacionarte con tu hija, bañarla, abrazarla o demostrarle a plenitud cuánto la amas. Si te encuentras dentro del porcentaje de papás que se las ven "negras" cuando intentan relacionarse con su hija, echa un vistazo a estos sencillos consejos que te ayudarán a superar tus problemas.
Por Reynaldo Vargas
Guillermo:

Siempre me costó mucho trabajo ser cariñoso con mi hija. Con Luis, el varón, nunca tuve ese problema: compartía muchísimo con él. Pero cuando Ana nació, de verdad que tuve dificultades adaptándome. Sentía que bañarla, vestirla e incluso abrazarla y besarla era algo que correspondía únicamente a mi esposa, algo que estaba relegado a aquello que llaman
"rol femenino".

Hasta no hace mucho tiempo el caso de Guillermo era común. Sin embargo, los expertos afirman que hoy en día esta proporción se ha invertido y son cada vez más los papás los que pueden involucrarse con sus hijas en actividades que antes eran propias de la madre, como ayudarlas en su aseo personal o darles muestras constantes de cariño, por ejemplo.
Pero aun cuando las asignaciones hogareñas y laborales sean compartidas por papá y mamá, todavía hay padres a los que se les dificulta el desarrollo de sus habilidades afectivas en la relación padre-hija. Si te encuentras dentro de este grupo, debes saber que ser un papá comprometido y cariñoso no es tan difícil.
… Pídele a tu pareja que te ayude

En un principio, cuando la bebé no ha cumplido ni siquiera un año, la mayoría de los papás dejan su cuidado en manos de la madre. Aunque esto no es algo malo (después de todo, ¿quién la puede cuidar mejor que su mamá?), la relación padre-hija puede verse afectada por el escaso acercamiento.

"El temor en este caso comenta Evelyn Pedríquez, psicoanalista familiar viene dado porque los papás ven a la bebita muy frágil y no saben cómo atenderla. Tiene que ver más con la percepción de que pueden hacerle daño al desconocer cómo tratarla".
Es muy importante que intentes involucrarte en las actividades cotidianas de tu bebé. Cámbiale los pañales, báñala, aliméntala y quiérela mucho, ya que ésta es la mejor manera de construir una relación positiva con tu hija. Si sientes o piensas que no estás preparado para atenderla, habla con tu pareja para que te indique qué debes hacer y cómo.
… Adiós al qué dirán

"Hay una tendencia comenta la especialista a que el padre relegue el aseo y las muestras de afecto a la madre, ya que aparece el temor al qué dirán. Entonces el papá piensa que no debería lavarla, cambiarla ni mostrarle mucho afecto. Pero es importante reconocer que esto es más que nada una cuestión cultural".

En consecuencia, intenta desechar todo aquello que pueda resultarte incómodo cuando te relaciones con tu hija. Cambiar sus pañales no te va a hacer menos hombre ni abrazarla y besarla tiene por qué significar algo más que una muestra de afecto.

… Como pez en el agua


Asumir que cuidar y querer a tu hija es algo absolutamente normal es uno de los primeros pasos para evitar cualquier tipo de conflictos en tu relación con ella.

La doctora Pedríquez comenta al respecto: "Si el papá se encuentra bien en términos psicológicos, situaciones cotidianas como bañar o hacerle un cariño a su hija no deben ocasionar
problema alguno.

Lo ideal es que el padre se sienta cómodo y libre de conflictos, con lo cual puede darle el mejor trato a su hija".
Es importante pasar de las preocupaciones a las ocupaciones. Analiza dentro de ti si existe algo que te incomode acerca de mostrar afecto o de ayudar a tu hija en su cuidado personal e intenta resolverlo, ya que de lo contrario te será muy difícil establecer una relación satisfactoria con ella.

… Define y acepta las etapas


Es necesario comprender que la vida se divide en etapas que, en el caso de los niños, los padres deben definir. A medida que pasa el tiempo, ya tu hija estará preparada para cuidarse por sí misma y cuando esto ocurra, tú debes ayudarla a independizarse.

"Es común encontrar niños de cuatro o seis años que insisten en ser bañados por sus padres o en dormir con ellos. Pero si ya la niña se encuentra en capacidad de hacerlo sola, entonces no dejarla que lo haga por sí misma podría ocasionarle problemas psicológicos en el futuro", explica la psicoanalista.
También ten en consideración que, conforme vaya creciendo, las muestras de afecto entre ambos se harán cada vez menos frecuentes. Esto es simplemente parte de la consolidación de su propia persona. Es posible que la relación entre su madre y ella siga siendo bastante afectiva, pero entiende que ellas han tenido una mayor compenetración y que, a fin de cuentas, ambas son mujeres.
Colaborar en su cuidado personal o darle muchos besos y abrazos es algo perfectamente normal. Sin embargo, el hecho de pensar lo contrario responde a conflictos psicológicos y culturales que algunos padres no han superado todavía.

"Lo que cabe es analizar por qué esto no se está aceptando como una situación natural y modificar aquellas creencias o actitudes que puedan estar impidiendo que se establezca un nexo afectivo entre padre e hija".
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