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EYACULACIÓN PRECOZ: UN ASUNTO DE DOS

EYACULACIÓN PRECOZ: UN ASUNTO DE DOS

Grupo Editorial Mis Niños Y Yo

La eyaculación precoz es un problema de pareja y debe abordarse como tal. A pesar de que se trata de una afección masculina, la mujer está llamada a hallar soluciones y tiene las herramientas para hacerlo.
La eyaculación precoz es la disfunción sexual masculina más frecuente y por lo general se observa en edades comprendidas entre los 15 a 25 años. En nuestro país, la frecuencia de esta afección es de 50%.

Puede suceder también que en edades avanzadas básicamente por la angustia que generan los cambios que impone el paso del tiempo, hombres de entre 50 y 60 años sufran este problema. La ventaja, si pudiésemos hablar de alguna, es que puede solucionarse en 80% de los casos.

La definición aceptada actualmente para este problema es: el hombre que tiene dificultad persistente para controlar voluntariamente el reflejo eyaculatorio. "El abordaje terapéutico que se hacía en años anteriores explica la sexóloga Aminta Parra ayudaba al hombre a lograr el control de su eyaculación pero no iba más allá.

Con el paso del tiempo y los cambios que se han producido en la dinámica de la relación de pareja, los nuevos tratamientos han visto la necesidad de incorporar en las soluciones no solamente la vida presente de la pareja, sino las condiciones en que se han venido desenvolviendo sus relaciones. Es importante también determinar cómo afecta a la calidad de esas relaciones, el hecho de que el hombre sea un eyaculador precoz".

Una cuestión de dos

Dado que el asunto estriba en que no es solamente el hombre quien se siente insatisfecho en sus relaciones sexuales por su eyaculación excesivamente rápida, se reafirma que estamos hablando de un asunto de dos.

* Anteriormente y retrocediendo a conceptos machistas sobre el sexo el fin único de una relación sexual era la satisfacción masculina. Hoy se aplica un concepto igualitario donde el sexo debe ser gratificante para los dos miembros de la pareja, comenta la especialista.

Y amplía: "La eyaculación precoz debe ser bien definida pues hay hombres que sólo la presentan cuando tienen actividad con otra mujer distinta a su pareja habitual o, por el contrario, no les sucede con otras mujeres, sino con la que mantienen una relación permanente. Aquí estaríamos hablando de un problema circunstancial".

El pasado es importante
Las causas más habituales de esta afección se pueden ubicar en algunas circunstancias del pasado de cada individuo que deben ser conocidas.

1. Algunos hombres quedan traumatizados por sus primeras relaciones sexuales en las que pudieron ser sorprendidos o eligieron el lugar inadecuado y, por ansiedad, se vieron obligados a eyacular rápidamente.

2. Una madre descalificadora podría lesionar la autoestima masculina y generar en el hombre el problema de la eyaculación precoz.

3. Hoy día, los papeles sexuales han cambiado: la mujer, antes pasiva, se ha convertido en parte demandante de la actividad sexual. Esta actitud agresiva podría producir eyaculación precoz de su pareja.

La mujer: punto vital

La mentalidad de la mujer y su posición frente a la relación que mantiene con su pareja, son importantes a la hora de enfrentar la eyaculación precoz. La especialista explica: "Algunas sienten que deben apoyar al hombre, se muestran comprensivas y dispuestas a participar. Otras, reaccionan con irritación, se sienten rebajadas en su condición femenina y hasta llegan al punto de buscar amantes.

Hoy día también se presenta con frecuencia el caso de mujeres que, gracias a su independencia, asumen un comportamiento que raya en el "hembrismo" (postura egoísta similar al machismo), personificado por una especie de vengadora que genera temores en el hombre, porque su objetivo perenne es controlar: incluso esta variante se presenta tan frecuentemente, que varias de ellas prefieren que su pareja se quede sin buscar la manera de superar su problema porque, de esta forma, siempre tienen el control de la situación.

Véase como se vea, la eyaculación precoz genera conflicto y afecta otras áreas en la
relación de pareja.

Por eso es tan importante que entre los dos haya una comunicación franca y abierta: ese es realmente el comienzo de la solución. No tiene por qué haber una lucha de poder entre hombre y mujer involucrados en una relación".

Terapias

"Lo primero que hay que hacer -destaca la doctora Parra- es enseñar al hombre a comprender
su ansiedad y las herramientas para superar este problema. Algunas fórmulas básicas son
aprender a relajarse y hacer ejercicio, por ejemplo. Asimismo deberá concientizar que en la cama él no sólo debe dar, sino que también recibe. Son él y su pareja los que deben sentirse plenos y amados".

El apoyo de la mujer es esencial para superar el problema, pues ella necesariamente forma parte de los ejercicios: "podría ser que, al principio, se sienta insatisfecha pero la mejor posición que puede asumir es la de ayudar a su pareja a ejercitarse en la cama, de modo que él pueda retener su eyaculación por lo menos durante tres o cuatro veces, durante varios encuentros.

Ella, al igual que él, debe sentirse parte activa en la intimidad. Sólo juntos e integrados, hombre y mujer pueden encontrar la forma de que la eyaculación precoz quede solo en sus recuerdos".

Técnica de Masters y Johnson

Primer paso: La base de este tratamiento es la manipulación de los genitales masculinos por parte de su pareja, hasta que el orgasmo sea inminente. En ese momento debe interrumpirse todo estímulo y aplicar sobre la base del glande una intensa compresión con los dedos índice y pulgar. Mediante esta táctica, debido a un acto reflejo, se inhibe la eyaculación.

Este proceso se repite varias veces en cada sesión, hasta que finalmente se permite la eyaculación. Es importante prolongar cada vez más el tiempo en que se produce el orgasmo.

Segunda fase: El estímulo se procura durante el coito, con la mujer en posición superior. Se interrumpe el movimiento cuando la eyaculación sea inminente y se realiza la compresión igual que en la fase anterior.
Tercera fase: Se usa esencialmente la misma técnica aplicada durante el coito en posición lateral hasta que, por último, el hombre se sitúa en posición superior. Al cabo de algunas semanas se podrá ver resultados positivos.
Técnica "stop-start"

La pareja debe hacer el amor de forma habitual, hasta que el hombre alcance una erección completa. Entonces se siguen los siguientes pasos:

1. El hombre se tiende de espaldas y cierra los ojos mientras la mujer lo masturba. Su atención deberá estar centrada en las sensaciones eróticas.

2. Cuando esté próximo al orgasmo, la mujer interrumpirá el estímulo. Pocos segundos más tarde, una vez que haya cedido la urgencia eyaculatoria, deberá continuar la masturbación manual. Este ejercicio se repite cuatro veces hasta que se permite la eyaculación.

3. El éxito del ejercicio da pie al siguiente paso, usando vaselina como lubricante para simular el ambiente vaginal.

4. Luego se procede al coito con la mujer sentada sobre el hombre. El la toma por las caderas y la guía arriba y abajo hasta que sienta que llega al orgasmo, entonces detiene los movimientos. El hombre no debe moverse hasta que se haya intentado esta posición cuatro veces.

5. Los mismos pasos se siguen al hacer el amor en posición lateral.

Esta técnica es esencialmente igual a la de Masters y Johnson pero la diferencia radica en que no indica que se apriete el pene. Normalmente este tratamiento es efectivo en un período de 2 a 10 semanas de práctica pero el éxito total se logra después de varios meses de tratamiento.
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