La decisión de tener un hijo es de ambos

La decisión de tener un hijo es de ambos Algunas personas te alentaran a ti y a tu pareja a ejercer la paternidad tempranamente asociándola con elementos de gratificación importantes, mientras otros se inclinarán por recomendar la convivencia previa antes de tomar una decisión tan importante. Sea cual sea tu postura en torno al caso, lo importante es que sean tu pareja y tú las que tengan la última palabra  Lic. Natalí Rodríguez Psicólogo clínico

Una de las decisiones trascendentes que prosigue a la formación de la pareja, es el momento de tener un hijo e iniciar, verdaderamente, lo que se conoce como vida en familia. Pero, al momento de pensar si será lo mejor traer a una nueva criaturita al mundo y cuáles son las razones que motivan la concepción, hay un factor importante que debe ser analizado: la historia de vida de tu pareja y tú –donde cada quien ha adquirido patrones familiares que, inconscientemente, podrán ser repetidos A lo largo de los años, haz recibido mensajes –de tus padres, abuelos y tíos– que pueden haberte hecho pensar que tu realización como mujer está determinada exclusivamente por tu capacidad para ser mamá. Lo malo del asunto, es que debes ser valorada por otras habilidades que te completan como ser humano, aún cuando la más impresionante venga determinada por tu papel fundamental en el milagro de la vida. Además, hay una gran posibilidad de que las creencias familiares se conviertan en mapas de vida que terminarán por señalarte a donde ir, sin tomar en cuenta que realmente quieras hacerlo o no. Es importante que tengas en consideración que todas las opiniones que recibes acerca de aquello que "debes" o no hacer, están dadas desde una perspectiva individual y que, en el mejor de los casos, no son más que recomendaciones fundamentadas en otras vidas, parejas y necesidades que no tienen por qué estar en concordancia con tus expectativas propias. ¿Es lo que ustedes quieren? Una revisión cuidadosa de las necesidades tuyas y de tu pareja, les ayudará a detectar todos aquellos puntos importantes que merece la pena analizar antes de tomar la decisión de tener un hijo. Reconocer la existencia de un proyecto de vida juntos, implica respetar las necesidades de tu pareja y sentir que las tuyas también son respetadas, estando ambos dispuestos a negociar sus posturas, en caso de que no coincidan: recuerda que la idea es trabajar en equipo. Traer un bebé al mundo es algo bastante serio y es importante tener claro por qué y para qué quieren ser padres, así como lo que va a suceder con ustedes como binomio, una vez que entre el tercer elemento en sus vidas. Esto implica tener conciencia, además, del espacio físico y emocional que un pequeño necesitará como persona y de las modificaciones en el espacio que anteriormente era de ustedes dos solamente. Hablando al respecto, pueden descubrir que habían una gran cantidad de cambios y responsabilidades que ignoraban acerca de la paternidad. Tener un hijo, ¿ para qué? ¿Para llenar qué necesidad? ¿Para colmar los deseos de quién o quiénes? ¿Estamos realmente preparados? Estas son preguntas que toda pareja que considere tener un bebé debe formularse. A veces, un hijo llega para llenar la necesidad de compañía o afecto de mamás. Otras, viene a cubrir las de familiares cercanos que –de manera solapada, en el mejor de los casos– presionan a la pareja para que los “hagan felices” a través de un nieto o sobrinito. La existencia de expectativas irreales o muy idealizadas acerca de lo que significa la paternidad, también sirve como motor para impulsar la búsqueda de un hijo. De hecho, la idea de que un bebé será todo el tiempo felicidad y diversión, se ve derrumbada ante la llegada de un pequeño muy demandante que precisa de adultos dispuestos a cubrir todas sus necesidades en un ambiente de afecto y fortaleza. Esta realidad se hace aún más cruda, cuando se cree –equivocadamente– que algunos problemas de pareja serán solucionados con la llegada del pequeño, quien además de no poder colaborar con el conflicto, exigirá atención, cuidado y amor constantemente. Un proyecto de vida en conjunto Conocer sus expectativas acerca del ejercicio de lo que significa ser papá o mamá y conversarlas en pareja, puede evitar choques posteriores con una realidad totalmente inesperada. En la vida familiar, el proyecto a futuro debe realizarse entre ambos cónyuges y con base en las necesidades de cada uno y de los dos como pareja. Respetarse mutuamente y aceptar que los deseos de cada uno no tienen por qué coincidir todo el tiempo, los ayudará a tomar con seriedad la decisión de concebir, intentando establecer que el bebé sólo puede venir al mundo cuando el momento sea apropiado tanto para él, como para ustedes. Después de todo, un huésped tan importante necesita que todo esté funcionando de la mejor manera, de modo que pueda ser recibido, atendido y querido como lo merece y necesita.