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Hijos en el divorcio

Los hijos no se divorcian
Los padres divorciados pueden resolver muchos problemas estableciendo sistemas de acceso a los niños con un espíritu de generosidad y de auténtica preocupación por elloso


El elevado porcentaje de divorcios a nivel mundial hace que cada vez sea mayor el número de padres y madres que crían solos a sus hijos. Los problemas que se presentan en estos casos son generalmente de orden económico y falta de tiempo para estar con los niños. "¿Cómo hacer para que crezcan felices, vivan cómodamente, se sientan importantes y queridos y tengan una elevada autoestima?".
Mientras las madres se preocupan por implantar normas disciplinarias, los padres piensan que les falta la comprensión y la sensibilidad de las mujeres. Seguramente a mamá no le hará mucha gracia acompañar al pequeño a los juegos de pelota o al fútbol y a papá le costará elegirle la ropa a las niñas y hablarles detalladamente de la menstruación y sus implicaciones.
Actitudes erradas:

La inseguridad que pueden experimentar los miembros de una pareja cuando se ven separados uno del otro, puede repercutir en los hijos. La actitud claustrofóbica de quien se quede con ellos aferrarse a su compañía para compensar la pérdida, hará que los trate como adultos y les exija demasiado desde el punto de vista afectivo y práctico: "Vanessa me acompaña a todas partes. Más que madre e hija somos como hermanas"; o "...como yo trabajo todo el día, Verónica se encarga de la casa y lo hace muy bien, realmente no sé qué haría sin su ayuda".

Después del divorcio, los padres deben entender que sus hijos no son sustitutos de la pareja. Es bueno que compartan intereses pero también lo es que se conserven los propios. Los niños deben estar con sus amigos, ir a la escuela, ver sus videos favoritos, tener tiempo para hacer la tarea, pero también deben cumplir con sus obligaciones en casa, independientemente de que sus padres estén o no divorciados.
Cuidado con complacerlos demasiado:

Muchos padres caen en el error de complacer demasiado a sus hijos con la intención de que sientan menos la falta del que se ha ido. Esta es una actitud errada. Si están en edad de comprenderlo, los hijos deben conocer los problemas por los que pasan sus padres, así serán solidarios y entenderán que su ayuda es trascendental para que la situación se solvente más rápido. Ser demasiado permisivo, hará que los muchachos se aprovechen de la coyuntura y la vida resultará mucho más difícil.

No es pera de boxeo:

Son muchos los casos de divorcio en que los padres se pelean ferozmente la custodia de los niños: las razones pueden variar entre el verdadero interés por tenerlos o las ganas de "vengarse" y hacerle la vida imposible a la pareja. Situaciones como ésta perjudican el estado emocional de los hijos quienes pueden llegar a sentirse culpables por estar ocasionando peleas entre sus padres.

Lo mejor es conciliar y olvidarse de "venganzas" o "ajustes de cuentas". Los niños no son un premio a ganar sino seres especialmente sensibles y vulnerables, frágiles emocionalmente y, por ende, fácilmente influenciables. Para ellos tanto papá como mamá son importantes, son sus modelos, las personas que les muestran el camino de la vida.
Identificación:
A veces los padres se preocupan pensando que el niño será afeminado sólo por criarse sin una imagen paterna en casa. La mayoría de los varoncitos que viven solos con su madre son tan masculinos como el que más. Y las niñas criadas por su padre tampoco pierden la identidad femenina. En realidad, tanto hembras como varoncitos tienen una visión más amplia del papel de los sexos y son menos proclives a considerar exclusivamente masculinos o femeninos, ciertos trabajos o actitudes, cosa que ante la realidad actual resulta muy ventajoso.

Es posible que ante la carencia de los modelos paterno o materno en el hogar niños y niñas los busquen en ambientes ajenos a casa, entre parientes, profesores o las familias de sus amigos.
¿Qué será de la vida de Noah?
Esteban y Gloria viven en Valencia. Noah es su único hijo de 13 años. Los problemas de pareja los están agobiando y decidieron divorciarse. Les preocupa la reacción del niño. ¿Se quedará con mamá o papá? ¿Qué pensará? ¿Lo afectará mucho la separación?

En principio deciden que Esteban abandone la casa y Noah viva con Gloria. Así se inicia la fase de ansiedad que todo muchacho experimenta ante la ruptura familiar. Probablemente no logre sentirse tranquilo estando solo con cualquiera de sus padres.
Los dos deben reunirse con el muchacho y explicarle la situación:

Ahora tendrá "dos casas" y "dos cuartos" donde puede repartir sus objetos favoritos para que su lugar de siempre mantenga el sentido de pertenencia y el nuevo lo adquiera. Papá y mamá siempre serán sus guías, seguirán comunicándose y unificando estrategias educativas y disciplinarias. Que ya no se quieran, no significa que dejen de tomar en cuenta a Noah, al contrario, quizás ahora tendrán más tiempo para él.
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