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Embarazo y el cigarrillo

SI ESTÁS EMBARAZADA: !LIBÉRATE DEL TABACO!

Una cosa es cierta: mientras más temprano dejes de fumar, mejor será para
ti y para tu bebé. Piensa en el postparto y pregúntate qué condiciones de vida
deseas ofrecerle a tu hijo. El hecho de imaginarlo desarrollarse en una casa
llena de humo debería motivarte a dar ese paso de una vez por todas.

Equipo editorial de MIS NIÑOS Y YO 
Un asunto de pareja

Ninguna técnica en el mundo podrá jamás impedirte fumar un cigarrillo sin un compromiso total de tu parte, pero para lograr abandonar el hábito definitivamente sería mejor si contaras con el sólido apoyo de tu pareja. La primera necesidad, si tu cónyuge es fumador también,
es que se proponga la misma gestión que tú. Si él no fuma, deberá darte
apoyo sin culpabilizarte.
Ocurre que a veces la ayuda del cónyuge no basta, aún con muy buena voluntad. No dudes, en este caso, en buscar auxilio de un psicoterapeuta.
Una gran dependencia del tabaco puede ser signo de un malestar profundo. Lo que importa fundamentalmente para que el embarazo se desarrolle normalmente es que la madre esté lo más serena posible.
Algunos ginecólogos obstetras piensan que, a fin de que la relación de la madre con el feto no se afecte, es preferible que una ella fume hasta cinco cigarrillos al día, en lugar de que
esté deprimida.

Este es un punto de vista que no comparte otro conjunto de especialistas, según quienes pasar de veinte cigarrillos al día a cinco es un fraude: éstos serán programados en el día, esperados con impaciencia, y fumados mucho más intensamente, lo cual, al fin y al cabo, no modifica la dependencia.

La idea es, pues, romper definitivamente con el cigarrillo de un solo golpe y esto es sólo un asunto de voluntad. De hecho la nicotina es una droga, y al igual que los estupefacientes, provoca una verdadera dependencia. Prescindir del cigarrillo crea forzosamente una carencia, barnizada de nerviosismo, agresividad, insomnio y cansancio.

Cuida tu peso


Las mujeres en especial piensan que dejar de fumar las conducirá a un aumento de peso. Este temor está justificado.
"Debe saberse, efectivamente, que a partir de más de diez cigarrillos al día, en una determinada actividad, el fumador quema más calorías. Por tanto, el simple hecho de dejar de fumar induce en promedio a un aumento de cuatro kilos", explica el médico nutricionista
Juan Miguel Cohen.

La embarazada, en el conjunto de su quehacer, observará una baja de actividad física y tendrá hambrunas irreprimibles que la podrían llevar a aumentar veinte kilos durante su embarazo", amplía el especialista.
Por ello es absolutamente esencial que lleve el seguimiento de un nutricionista. "No se trata, por ende, de seguir una dieta de adelgazamiento, pero sí de llevar un control de su alimentación, la cual ha de ser cuantiosa, aunque baja en calorías", subraya el doctor Cohen.
Podemos satisfacer notablemente el deseo de ingestiones frecuentes, con grandes aportes de fibras (legumbres, frutas y vegetales crudos) que se pueden repartir en cuatro o cinco comidas a lo largo del día.
¿Actúa el tabaquismo sobre la fecundidad?

El humo del tabaco se opone a la buena marcha del sistema de ovulación y de la fecundación. Hoy en día se estima que el riesgo para el comienzo de una gestación es tres a cuatro veces más elevado en las fumadoras. No se trata de que el cigarrillo sea un anticonceptivo, pero esta constatación es suficientemente inquietante para que reflexionen todas aquellas mujeres fumadoras que quieran iniciar un embarazo.

¿Por qué se observa en las fumadoras un porcentaje mayor de embarazos extrauterinos?

En el caso de una mujer que fuma, todos los mecanismos de migración del huevo fecundado están perturbados. La nicotina aumenta las contracciones de las trompas uterinas y simultáneamente disminuyen las pulsaciones de sus cilios, los cuales contribuyen a la migración del huevo fecundado hasta el útero.

La sustancia en cuestión diminuye también las defensas inmunitarias y favorece, en consecuencia, las infecciones. Por tanto, el riesgo de embarazo extrauterino se multiplica por 1,5 si fuma diez cigarrillos, por tres con veinte y por cinco con treinta o más. Por supuesto, este riesgo disminuye desde el momento en que se abandona el tabaco.

¿En qué medida las mujeres dependientes del cigarrillo están más expuestas
al riesgo de aborto?


El riesgo se multiplica por tres cuando la mamá fuma. Incluso se ha calculado que este riesgo se incrementa si ella está sometida al tabaquismo pasivo por espacio de más de una hora al día. Hoy en día y desde siempre se ha atribuido a la nicotina la responsabilidad de la mala circulación de la mucosa uterina, esa delicada arquitectura que tapiza el interior del útero, destinada a recibir y asegurar la nidación.

Por otra parte, la nicotina es responsable de la baja de los estrógenos necesarios para el fenómeno de la implantación y de la perturbación de la circulación sanguínea local.
¿Fumar aumenta significativamente las posibilidades de tener un bebé
prematuro?

Las mujeres fumadoras, con más frecuencia, dan a luz niños con retardo de crecimiento y de bajo peso, en comparación con otras que no tienen esta dependencia. Se trata, en este caso, de una de las complicaciones más preocupantes del tabaquismo en la mujer embarazada.

Posiblemente porque la fumadora se alimenta menos adecuadamente (efecto corta-apetito de la nicotina), hay menos oxígeno en su sangre, las arterias transportan menos sangre y el aumento de cadmio (aportado por el tabaco) disminuye el zinc, elemento esencial en el desarrollo celular.

¿Qué se puede decir de la placenta previa?

El riesgo de placenta previa (la placenta se queda adelante del orificio del cuello del útero e impide, de ese modo, que el bebé baje por la vía natural) se multiplica por dos o tres entre las fumadoras. La complicación puede provocar muy graves hemorragias si no se realiza
una cesárea.
Los truquitos

Para lograr el "destete" tabáquico, no existe una medida media. La única forma de resolverlo es cero cigarrillos para siempre. Un deseo se puede controlar. Si tienes la certeza de que no aguantarás más y estás a punto de reventar entonces...

Espera un minuto, con cronómetro en mano;
Respira profundo y luego bota el aire lentamente;
Bebe pequeños sorbos de un vaso grande de agua;
Cepíllate los dientes;
Corta zanahorias y pepinos en palitos para reemplazar los cigarillos;
Evita el café y el alcohol ‹más aún si estás embarazada, ya que te ponen
ansiosa y te harían buscar cigarrillos por su carácter sedante.
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