PAPÁ Y ESPOSO A LA VEZ

PAPÁ Y ESPOSO A LA VEZ Los roles del papá moderno se han ido ampliando en los últimos años, resultando en exigencias cada vez mayores. Entre ser -en muchos casos- la principal fuente de sustento familiar y, por otro lado, ayudar a su pareja en el cuidado de los niños y hogar, el escenario para la presión psicológica emerge: ¿qué puedes hacer para no dejarte vencer? Equipo Editorial de MIS NIÑOS Y YO

El deber del padre de cubrir las necesidades económicas de su familia ha cambiado en las últimas décadas: en nuestros días, la manutención del hogar depende también de la mujer. Por el contrario, las responsabilidades como padre y esposo han ido aumentando cada vez más: la frase "proveer para la familia entera" ya no hace alusión al aspecto financiero, sino a un compromiso aún mayor que abarca el cuidado de los niños y atención de ciertas labores hogareñas. Muchos padres que han alcanzado la estabilidad económica, sienten que su mayor presión no se refiere al aspecto financiero, sino a la integración de las responsabilidades laborales con las familiares por igual. Esto puede sonar sencillo, pero es más difícil de lo que pueda suponerse: debes estar involucrado con todas las cosas que ocurren en el hogar -actividades extra curriculares de los niños, reparaciones caseras y estar muy atento a las necesidades de tu pareja- y, al mismo tiempo, no descuidar tu trabajo. Qué sacrificios hacer Con frecuencia, los sacrificios que haces por tu familia son subestimados debido a las confusiones existentes entre los roles que deben ocupar tu pareja y tú en el ambiente familiar. Es necesario que los sacrificios que hagas te sean reconocidos, pero también es importante que reconozcas, a tu vez, lo que deja de hacer tu esposa para atenderte a ti, los niños y la casa. Por ejemplo, para los papás que deben cumplir un horario de oficina, puede ser que ir al mediodía a la casa para almorzar en familia y retornar rápidamente al trabajo sea un gran esfuerzo que, incluso, llegue a interferir con su desempeño laboral. Sin embargo, es posible que tu esposa vea este sacrificio como algo natural, pues ella debe estar en la casa todos los días para hacer el almuerzo de los niños. Otro aspecto importante se refiere al hecho de que la presión de ser la fuente de ingresos para la familia siempre estará presente en el padre. Por ello, muchos están dispuestos a trabajar en áreas diferentes a la que se especializaron, con tal de proveer un mejor estilo de vida para su esposa e hijos. La frustración de hacer lo que debe, por sobre lo que quiere, demuestra todo lo dispuesto que está a sacrificarse por su familia. Aunque saberse en la obligación de mantener el hogar puede ser extenuante, los padres suelen estar, en aspectos generales, satisfechos con sus obligaciones. De hecho, la verdad es que -según un estudio llevado a cabo en Estados Unidos- pocos de ellos quisieran cambiar sus deberes con los de sus esposas si tuvieran la oportunidad de hacerlo. Aliviando la presión La mayoría de los papás necesitan la oportunidad de socializar con otros padres que puedan comprender, verdaderamente, el sacrificio que ellos hacen: esto contribuye a aliviar gran parte de la presión que acumulan diariamente. Adicionalmente, los hombres cuentan con otras vías de escape para aminorar las tensiones acumuladas mientras intentan equilibrar las responsabilidades del trabajo y del hogar. Para algunos, la computadora, libros, películas o videojuegos suelen ser la respuesta: les permiten dedicarse tiempo a ellos mismos, algo muy necesario para combatir el estrés. Sin embargo, practicar alguna actividad física que disfrutes jugar tenis o fútbol, ir al gimnasio, trotar- puede ayudarte también. ¿Demasiado estrés? Si la tensión entre los deberes laborales y los familiares se hace demasiado fuerte, puedes experimentar cambios psicológicos (dificultad para relacionarte con tu esposa e hijos, ansiedad, depresión) o de salud (desórdenes asociados con el estrés, como dolores musculares crónicos, por ejemplo). Cuando esto ocurra, es importante que te detengas un momento y analices qué estás haciendo mal: es muy probable que estés asumiendo más deberes de los que puedes realizar. Todas las personas tienen límites y es necesario conocer cuáles son. De lo contrario, la sobrecarga de deberes traerá más problemas que soluciones a la vida familiar. Lo mejor que puede hacer un papá que sienta que hay demasiada presión en su vida, es pedirle ayuda a su pareja para lidiar con aquellas cosas que se le escapan de las manos. La palabra clave en este aspecto es "equilibrio": un papá y esposo extenuado, frustrado y estresado no puede hacer mucho por su esposa e hijos.